- Fase 1: con unos objetivos muy parecidos a la fase de Prehabilitación. En ella queríamos recuperarnos de los efectos agudos del mecanismo de desestabilización. En este caso, de los efectos agudos de la cirugía.
- Fase 2: conseguida de nuevo la "rodilla silenciosa" tendrá como objetivo volver a construir masa muscular y conseguir la primera consecución del control neuromuscular.
- Fase 3: tendrá como objetivo la consecución de las progresiones en control neuromuscular más demandantes, como los gestos explosivos y las desaceleraciones.
Y un dato muy importante de entender: la integración de la plastia en tu rodilla lleva un tiempo determinado por la biología. Es un tendón, un tejido vivo, que ha sido colocado en mitad de la rodilla y que el cuerpo va a integrar haciendo que, con el tiempo, sus tejidos acaben transformados en los de un ligamento. Éste es un proceso alucinante llamado Religamentización, y también tiene sus fases. Los fisioterapeutas las conocen para saber qué ejercicios son seguros para ti según el tiempo de evolución que llevemos desde la operación, ¿sabes por qué? Porque como decimos que la plastia nunca va a volver a estar conectada al sistema nervioso, si hicieramos algo que la dañara no te dolería. Entonces, como no nos podemos guiar por eso, necesitamos conocer el proceso para no mandarte tareas peligrosas según qué fases.
Por esto, tu recuperación estará guiada por nosotros según dos líneas: la guiada por el tiempo de cicatrización de la plastia ("Time-Based"), y la guiada por la consecución de objetivos funcionales como fuerza, control neuromuscular o la realización de tareas ("Goal-Based"). Y ambas deben ir unidas. Es decir, el simple hecho de llevar operado 6 meses no nos asegura que puedas recibir un salto sobre una pierna en buenas condiciones. Pero que puedas recibir un salto a una pierna en buenas condiciones no nos asegura que la plastia esté preparado para eso. Por ello decimos que la prescripción de ejercicio terapéutico deberá ir siempre marcada por un fisioterapeuta como profesional del ejercicio en lesiones. Y que tu debes tenerlo en cuenta para ser consciente de por qué se te dicta o una pauta u otra.
Tienes trabajo para aproximadamente un año. ¿Tanto? Si, aunque eso no quiere decir que tenga que ser diario. Especialmente en las últimas fases el tratamiento formará parte de una rutina como habitualmente puedes haber tenido la de hacer un deporte. Y eso no quiere decir tampoco que todo ese tiempo vayas a estar parado.
Todo esto además combinado en ambas opciones con algo más... ¿recuerdas?: el trabajo de los factores de riesgo para que no vuelvas a recaer. Esto puede suponer trabajar ciertas restricciones de movilidad que puedes tener en otras articulaciones, décifits musculares o reeducar tus patrones de movimiento así como supervisar, por ejemplo, el material deportivo que has venido utilizando. Este trabajo, junto a la propia recuperación de tu lesión, serán claves para tu recuperación completa y definitiva.
Todas estas lesiones pueden darse de manera aislada o combinadas. En este último caso la prescripción de ejercicio por parte de tu fisioterapeuta tendrá que tener en cuenta y combinar también más variables, por lo que mayor debe ser nuestro grado de especialización. ¡No lo dudes nunca y pone en manos de fisioterapeutas especialistas! Tu rodilla lo vale.